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Emilio J. García Ortigosa

"TODO COMENZÓ CON HORAS DE SOLEDAD Y UN JAMON COMO COMPAÑIA"

Emilio J. García Ortigosa lleva toda su vida dedicada, de forma autodidacta, a la investigación y desarrollo del jamón ibérico de bellota. 

Nació en Valencia, de familia almeriense, más concretamente de Hijate, un pueblo de la montaña entre Almería y Granada, zona conocida por su pasión en la elaboración de jamones, cuya maestría ha ido pasando de generación en generación. Emilio no recuerda la primera vez que corto jamón, es algo innato en él, y que siempre ha estado presente en su familia, hasta en sus años en Valencia sus padres tenían una tienda de jamones. 

Con 18 años, vuelve a Almería y monta junto a su hermano pequeño, su primer espacio de hostelería, «La Bodega de Jamones», en cuya carta para comer sólo encontrabas jamón, 20 tapas si, pero todas de jamón.

Fueron trece los años trabajando en su “bodega” y encerrado muchas veces con “sus jamones” como compañía. Él investigaba, probaba diferentes fusiones, ensayaba diferentes formas de corte…, sin saberlo creció dentro de un local que en realidad era un I+D del jamón.

Todo ello ha dado lugar al llamado estilo «García Ortigosa al descubierto», un corte de jamón único en el mundo que despierta todos los sentidos del comensal. En la actualidad sigue y seguirá investigando, ya que “El jamón tiene un sinfín de posibilidades nosotros solo estamos rasgando la superficie”.

EL MUNDO COMO INSPIRACIÓN

«CAOS Y ORDEN»

 

Emilio J. García Ortigosa se inspira en el mundo. Cada vez que viaja, vuelve con nuevas ideas que introduce dentro de su corte o de sus espectáculos. Si bien es verdad que en sus principios y en la actualidad, esta muy marcado por el “orden y el caos”, él crea desde el caos y necesita del orden para llevar lo creado a buen puerto. Todo ello esta reflejado para él en el flamenco y en la cultura japonesa. 

La cultura japonesa, por su seriedad, respeto, limpieza, la dedicación desmesurada, el amor y el trato por sus herramientas, la búsqueda en definitiva de el saber, de aprender hasta el último día, sin tener miedo a traspasarlo o enseñarlo.

El flamenco por su pasión, por su arte, su sangre, su fuerza, por su «caos», esa improvisación que se genera en ese toque de guitarra, en su baile, en el quejío y cante, que te hace estar expectante sabiendo que algo mágico pasará y no quieres perdértelo, esa sorpresa que te hace erizar y ponerte la piel de gallina.

Estas dos ideas las intentan reflejar en cada evento o show que realiza tanto Emilio J. García Ortigosa como su equipo de cortadores, ofreciendo cursos, masterclass, ponencias, shows musicales (flamenco, blus, jazz, música tradicional…), shows de fusiones gastronómicas, artísticas, coctelería…, un sinfín de posibilidades, adaptables a los clientes con la intención de llevar así el estilo único «García Ortigosa al descubierto» por todos los países del mundo.

CUCHILLOS BAQUETAS, BRISA Y AMETSUBAME

La relación de Emilio J. García Ortigosa con el corte de jamón, va mucho más allá de lo profesional. La pasión por  sus cuchillos, la define como una conexión propia, como una prolongación de su cuerpo; tiene un sinfín de ellos de diferentes partes del mundo y diferentes épocas. Los cuchillos que utiliza van cambiando según el tipo de evento o cliente, siendo estos afines al show que se realiza. 

Dentro de esa cantidad de cuchillos, que Emilio no tiene contabilizados, existen cuatro que son son los más especiales para él. Estos cuatro cuchillos están patentados y podrán adquirirlos en esta web, más adelante.

Los cuchillos baquetas se componen de dos cuchillos creados por Emilio J. García Ortigosa y están fabricados por el maestro forjador José Moreno, en Toledo. Realizados en acero inoxidable, son dos cuchillos con los cuales se pueden hacer ciertos movimientos similares a los de las baquetas de batería, entre otros, y por ello lleva su nombre.

Brisa es el cuchillo mas pesado dentro de este grupo. También diseñado por Emilio y fabricados por el Maestro José Moreno de Toledo. Realizado en acero al carbono. Es un cuchillo que puede realizar movimientos de hélice en diferentes velocidades. 

«Ametsubame». Este cuchillo es único en el mundo, forjado para Emilio. Fue creado por el maestro Andou-San, un  maestro perteneciente a una familia que lleva generaciones creando Katanas en el sur de Japón. Realizado en acero japonés y carbono. Tiene una cola de tela de un metro para poder girarla en el aire y enfriarla.

Es su “niña, su ojito derecho”.  Su nombre significa en japonés «golondrina-lluvia». En España es el pájaro conocido como vencejo. 

Este pájaro tiene la característica de que puede estar hasta 10 meses volando ininterrumpidamente, y si llega a tocar el suelo, hay que ayudarlo a remontar porque por su cuenta no puede y moriría.

Para Emilio este pájaro es muy importante, y al igual que con su cuchillo, siente una conexión muy especial, pues a lo largo de su vida ha tenido diferentes experiencias donde el vencejo ha estado presente. Siempre ha relacionado el impulso de tener que ayudar a echar a volar a este animal, con situaciones en su vida donde tenía que volver a remontar el vuelo. Para él es muy importante tenerlo siempre presente, por ello el nombre de su cuchillo y los colores del mismo.

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